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Testimonios que inspiran: Alumnos premiados en el Reconocimiento Académico ENAC 2025

Conoce los testimonios de los estudiantes ENAC Westly Ahumada Loyola (Técnico en Farmacia Online) y Alejandra Bahamondez Pailalef (Técnico en Terapias Complementarias de Salud), quienes representaron a sus compañeros durante las premiaciones de Reconocimiento Académico 2025, encabezadas por la Vicerrectoría Académica.

En mayo de 2025, la comunidad CFT ENAC celebró las jornadas de Reconocimiento Académico, cuyo objetivo es premiar el esfuerzo de las y los estudiantes de las distintas carreras ENAC que destacan por su rendimiento y logros en el proceso formativo.

Las instancias, encabezadas por la Vicerrectoría Académica (VRA), con apoyo de la Dirección de Permanencia Estudiantil (DIPE), así como las y los directores de las áreas académicas de Salud (DAS), Social y Educación (DASE), Tecnología y Administración (DTA), y Formación Online, dieron también un espacio necesario a estudiantes que pudieron dar discursos a la audiencia en representación de sus compañeros, celebrando el esfuerzo, pasión y dedicación que los llevó hasta allí con el apoyo de CFT ENAC.

Noticias ENAC obtuvo el testimonio de dos de esos estudiantes destacados: Westly Ahumada Loyola (Técnico en Farmacia Online) y Alejandra Bahamondez Pailalef (Técnico en Terapias Complementarias de Salud), quienes conversaron en detalle sobre sus experiencias formativas y el rol de CFT ENAC en el camino que decidieron emprender cuando entraron a estudiar.

¿Qué mensaje quieres destacar de tu discurso durante la premiación de reconocimiento académico?

Alejandra: Mi principal mensaje fue poner en valor la salud integral como una necesidad urgente en nuestra sociedad. Inspirada en el modelo de atención que promueve la OMS y que también impulsa el Ministerio de Salud de Chile, quise destacar que cuidar de una persona no es solo atender sus síntomas, sino comprenderla en su totalidad: cuerpo, mente, emociones y entorno. En ese sentido, me emociona profundamente que ENAC sea una institución pionera en la formación técnica de profesionales en Terapias Complementarias, permitiendo que este enfoque se integre de manera seria y colaborativa con otros sistemas de salud. Gracias a esta visión, hoy estas terapias ya no son vistas como prácticas aisladas, sino como parte activa de un modelo más humano, ético y consciente.

Westly:
Quise destacar que la excelencia no siempre nace del privilegio, sino muchas veces del esfuerzo silencioso, del sacrificio diario y de la convicción de que estudiar puede transformar vidas. Sobre todo cuando se trata de una carrera en modalidad online, que muchos piensan erróneamente que es más fácil, pero tiene sus propias complejidades y exigencias.

En mi caso, fueron meses muy intensos, en los que aprendí que la educación no solo entrega conocimientos técnicos, sino que transforma el hogar, fortalece vínculos y reencanta sueños que uno creía dormidos.

Durante mi discurso intenté transmitir que aun desde la virtualidad, cuando hay vocación y una red de apoyo sólida, se puede construir un camino lleno de sentido. Que no somos solo números ni notas: somos historias vivas. Y que cada estudiante de ENAC refleja muchas batallas dadas en lo cotidiano, además de representar la esperanza de construir un mundo más humano desde nuestras profesiones. En mi caso particular, sentí la necesidad de reivindicar mi carrera, Técnico en Farmacia, que aún no es tan conocida, y a veces es subestimada o dominada por intereses económicos, en lugar de centrarse en la salud y bienestar del paciente como persona.

¿Qué crees que caracteriza a las y los estudiantes ENAC?

Alejandra: Creo que lo que más nos caracteriza es el compromiso genuino con el otro. En ENAC se respira un fuerte sentido de comunidad, donde el compañerismo y la colaboración no son solo valores institucionales, sino experiencias reales en nuestro día a día. Nos apoyamos, compartimos, crecemos juntos. También nos distingue la vocación de servicio: muchas y muchos llegamos aquí con el deseo de transformar nuestras vidas, y salimos con la convicción de que también podemos aportar a transformar la de otros.

Westly: Nos caracteriza una fuerza interior difícil de describir. Somos estudiantes que muchas veces cargamos más de una mochila: el estudio, el trabajo, la familia, enfermedades, hijos, duelos, traslados, turnos… Y aun así persistimos. Persistimos porque estamos hechos de vocación, humanidad y empatía.

El sello ENAC se respira en cada estudiante: en su compromiso ético, en su deseo de aportar a la sociedad desde su rol técnico, y en su sensibilidad frente al otro. He conocido compañeras que estudiaban con sus hijos en brazos, compañeros que daban lo mejor de sí aun en la adversidad… Y eso me emociona profundamente.

Aquí no hay competencia ni vanidad. Hay colaboración, respeto, fe compartida, y una inmensa capacidad de levantarse cada día con el anhelo de ser mejor. En mi práctica laboral conocí a una compañera que estudió en ENAC hace más de 15 años, y se notaba claramente el sello institucional en comparación con quienes solo eran auxiliares de farmacia. Eso me reafirmó que ser técnico en salud con formación ENAC marca una diferencia real, porque modifica el paradigma de lo que podemos ofrecer como profesionales.

¿En tu historia personal, qué sientes que ha aportado ENAC como casa de estudios?

Alejandra: ENAC ha sido un espacio transformador. Me entregó las herramientas técnicas para ejercer con responsabilidad, pero también me formó como persona: más empática, más consciente, más comprometida con el bienestar de los demás. Encontré un lugar donde mi vocación por ayudar se volvió oficio, y donde la educación no fue solo transmisión de conocimiento, sino un camino de crecimiento humano. Me voy sintiendo parte de algo más grande, con la certeza de que estoy preparada para contribuir desde una mirada respetuosa, ética y profundamente humana.

Westly: ENAC fue, en mi historia, un espacio de reparación, confianza y reencuentro con el sueño de estudiar y ser mejor. Lo he notado en cómo fui evolucionando en estos años, porque ya no soy el mismo que comenzó en marzo de 2023, ni siquiera el mismo de hace dos meses, antes de comenzar mi práctica laboral.

ENAC me entregó no solo una formación técnica sólida y actualizada, sino también una ética profunda, una mirada centrada en la persona, y el entendimiento de que mi rol no es solo dispensar medicamentos, sino estar al servicio, acompañar, educar, y aportar a la salud integral.

Pero además, ENAC fortaleció mi relación de pareja. Jorgito es Químico Farmacéutico, y a medida que fui avanzando en mis estudios, también se reencontró con conocimientos que había olvidado. Estudiamos juntos, compartimos ideas, y nos complementamos de forma que nos ayudó a crecer como dupla profesional y personal. Fue muy significativo ver cómo mi proceso también impactó positivamente en su ejercicio, en su forma de acompañarme, y en su propia manera de recordar su vocación.

Gracias a ENAC, me volví a mirar con cariño, reencontré la fe en mis capacidades, y me enamoré de mi vocación. Me regalaron una comunidad, una ruta, un propósito. Y por eso, siempre que hable de mi formación como Técnico en Farmacia, diré con orgullo: “Soy de ENAC”.

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