En el Mes de la Memoria, conmemorando los 50 años del golpe de Estado en Chile, CFT ENAC se ha sumado a las diversas actividades de instituciones que han decidido dialogar y reflexionar respecto al suceso que marcó la historia nacional reciente. Así, comenzó con dos muestras visuales: “30 artistas chilenos por 30 derechos” y “Persistencia de la Memoria“, además de un conversatorio con las y los encargados de estas exposiciones. Las actividades fueron organizadas por la carrera de Técnico en Trabajo Social ENAC y Pastoral, con el apoyo de la carrera de Técnico en Construcción, Dirección de Formación Personal e Identidad, Dirección de Permanencia Estudiantil y Dirección de Vinculación con el Medio.
Marta Ibacache, Jefa de carrera de Técnico en Trabajo Social ENAC, manifestó sobre el objetivo de este encuentro que, “como dice el mensaje inicial de este mes: quien no recuerde su historia está condenado a repetirla. Es una necesidad en formación educacional hablar de esto, de Derechos Humanos, de convivencia y el impacto que tuvo este tiempo tan oscuro del golpe militar en Chile, en nuestras relaciones hoy”.
En tanto, sobre la finalidad de su trabajo, Andrés Cruzat, diseñador y autor de la exposición de fotomontaje “Persistencia de la Memoria”, que ubica las imágenes históricas del golpe a La Moneda en sus locaciones actuales, comentó que “es la pregunta, el cuestionamiento, conocer y preguntar, no quedarse con la historia ‘oficial’, averiguar y que salga ese bichito de la curiosidad, de contrastar las evidencias, eso es lo que me motiva de esta exposición”.
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“Esta es una muestra serigráfica que se realizó en 1978 para el Simposio de Derechos Humanos de esa época, que organizó el Cardenal Silva Henríquez. Es una muestra que invitó a distintos artistas”, expresó por su parte Carolina Figueroa, Documentalista del Archivo Vicaría de la Solidaridad.
Marcelo San Martín, Director de la Dirección de Formación Personal e Identidad, expresó que “el hacer memoria no es sólo un ejercicio de mirar el pasado, como quien va a un museo y conoce piezas u obras antiguas. Es un ejercicio en que conectamos el pasado con el presente, para aprender de ese pasado, para reconocer la importancia de la dignidad y los Derechos Humanos, para dialogar sobre lo que no queremos o sí, y eso nos ayuda a proyectar el futuro. Y eso requiere reflexión, diálogo social”.
“El segundo paso es implicarnos en ese proceso, comprender que la historia del país es mi historia también, de mi familia, de mi barrio, etc., que a partir de estos hechos entre 1973 y 1990 se configuran muchas cosas, dinámicas, visiones, que es necesario volver, conocer, conversar, reparar, reconciliar. Así seremos más conscientes sobre cómo nuestras acciones de hoy nos ayudan a cuidar la democracia y a construir el país que queremos”.