En Chile, el rubro del Estilismo ha sido históricamente reconocido como un oficio de alta demanda, pero muchas veces carente de un reconocimiento formal como carrera profesional. Hoy, esa realidad está cambiando, y en ENAC estamos profundamente orgullosos de ser parte activa de esa transformación.
Con la futura generación de tituladas y titulados de la carrera Técnico Estilista y Administrador de Salón de CFT ENAC, estamos dando un paso firme hacia la profesionalización del rubro del estilismo y la belleza, ofreciendo una alternativa de formación técnica con respaldo institucional, académico y humano.
La propuesta de valor de esta carrera no solo se basa en la enseñanza de técnicas avanzadas como colorimetría, corte, tratamientos capilares y bioseguridad, sino también en competencias de gestión, administración de servicios, liderazgo, atención al cliente y análisis de mercado, preparando a nuestros estudiantes para asumir desafíos reales en un entorno cada vez más exigente. Esta formación integral permite a las y los profesionales no solo desenvolverse como estilistas, sino también emprender, administrar salones y liderar equipos de trabajo, aportando al desarrollo formal del sector.
Como jefa de carrera, siento una profunda emoción al ver cómo este sueño compartido por miles de estilistas a lo largo de nuestro país finalmente se concreta. Celebraremos un hito histórico, ya que nuestros titulados serán los primeros estilistas reconocidos oficialmente por el Ministerio de Educación, algo que valida no solo nuestras competencias técnicas, sino también la profundidad humana de nuestro oficio.
Porque nuestro trabajo va mucho más allá de transformar una imagen: cada día, acompañamos historias, sostenemos emociones, somos testigos de procesos personales intensos de nuestros clientes, como los momentos de cambio, de sanación, de búsqueda de identidad. Con nuestras manos no solo damos forma al cabello, sino que muchas veces ayudamos a reconstruir la autoestima de quienes nos visitan.
Este logro es un reconocimiento al valor profundo de nuestra labor y al impacto humano que generamos, día a día, desde nuestras estaciones de trabajo. Hoy podemos afirmar con orgullo que el estilismo dejará de ser percibido como un arte informal, para consolidarse como una disciplina técnica y profesional, respaldada por el conocimiento, la ética y una proyección laboral sólida.
Este avance no solo eleva el valor del técnico estilista y administrador de salón, sino que también pone en el centro el bienestar integral de los clientes, incorporando estándares claros de bioseguridad e higiene. Así, marcamos una diferencia significativa que distingue nuestra labor con un sello de responsabilidad, calidad y compromiso profesional.