Organizado por el Consejo Episcopal de Latinoamérica y del Caribe (CELAM), en Bogotá, Colombia, del 21 al 23 de abril se celebró el “III encuentro latinoamericano y caribeño de Doctrina Social de la Iglesia”, que convocó a representantes de distintos países, entre ellos Chile.
De esta manera, CFT ENAC fue parte de la instancia, representado por Angelo Mendoza, Coordinador de Formación Personal e Identidad, cuyo objetivo fue profundizar en las necesidades y deseos expresados en el documento “Hacia una Iglesia en salida a las periferias”, fruto de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Al mismo tiempo, movilizar desafíos concretos en materia eclesial, social, ecológica y cultural.
En dicho contexto, Angelo Mendoza presentó la exposición “Centro de Formación Técnica ENAC: un modelo educativo para el Desarrollo Humano Integral”, promoviendo el modelo educativo y valores institucionales. Al mismo tiempo, explicó Angelo, “fue una invitación a reflexionar sobre los nuevos desafíos que interpelan a la educación superior católica, en coherencia con la Doctrina Social de la Iglesia y el Pacto Educativo Global convocado por el Papa Francisco”.
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Asimismo, agregó, “desde el rol y en representación institucional, fue una tremenda oportunidad para reafirmar que nuestros valores y modelo educativo se encuentran inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia. Ha sido una gran experiencia para conocer más sobre el Pacto Educativo Global al que nos ha llamado el Papa Francisco, en el cual hemos sido invitados a colaborar como institución”.
Una de las conclusiones destacadas por el congreso, en el cual participaron cerca de 800 organizaciones, fue que “el clamor de la tierra, el grito de los pobres y el vía crucis de los migrantes, fueron ejes vertebradores de la escucha y el discernimiento. Y junto a ellos se abrió el diálogo y el llamado al compromiso sobre realidades vinculadas a la crisis educativa y al Pacto Educativo Global, a la necesidad de nuevos modelos económicos, a los liderazgos políticos, al incremento de la violencia, al ejercicio de la democracia, a la defensa de los derechos humanos, a la violencia y construcción de la paz, a buscar respuestas a los retos sociales y éticos de las nuevas tecnologías, así como a las secuelas de la pandemia, entre otros”.